viernes, 3 de octubre de 2008

NUEVAS TENDENCIAS EN LA GESTION EDUCATIVA: DEMOCRACIA Y CALIDAD

Hoy en día los problemas y desafíos que enfrentan los países de América latina en relación a la educación y a su administración, se entienden a medida que se examinan en el contexto de las fuerzas económicas, políticas y culturales en el interior de cada nación y en el ámbito de sus relaciones de interdependencia internacional.
Sin embargo la gestión de la educación tiene su propi cuerpo de conocimientos y prácticas sociales, construidas en función de la misión de las instituciones de enseñanza en la sociedad.
En base a lo anterior podemos definir a la administración de la educación como una práctica política y cultural comprometida con los valores éticos que orientan a la ciudadanía en la sociedad democrática.

. La gestión educativa según una perspectiva histórica.

El estado actual del conocimiento en el campo de la administración de la educación es el resultado de un largo proceso de construcción histórica, en el cual todos participamos.
Existen diversas lecturas del proceso de construcción que presentan enfoques conceptuales y analíticos diferentes para estudiar el proceso de construcción, desconstrucción y reconstrucción del conocimiento en la administración de la educación latinoamericana:
· Enfoque jurídico (carácter normativo y pensamiento deductivo. Período colonial)
· Enfoque tecnocrático (consolidación de la Revolución Industrial)
· Enfoque conductista (teoría del sistema social)
· Enfoque desarrollista (naturaleza modernizadora)
· Enfoque sociológico (concepción de teorías sociológicas)
El estudio de las nuevas tendencias en la gestión educativa debe beneficiarse de las lecciones del pasado, comprometerse con la solución de los problemas del presente y anticiparse a las necesidades y aspiraciones del futuro.

. En busca de nuevos conocimientos.

En la gestión de la educación las experiencias existentes destacan la importancia de la democracia como forma de gobierno y de la participación como estrategia administrativa. En la administración escolar y universitaria existe un consenso sobre la calidad de la gestión de sus procesos y servicios.
Es importante resaltar que uno de los resultados es la concepción del paradigma multidimensional fundamentado en la desconstrucción y la reconstrucción de los conocimientos pedagógicos y administrativos.
Además los modelos históricos y de gestión escolar y universitaria definidos dialécticamente en términos de administración para la eficiencia económica, administrativa para la eficiencia pedagógica, administración para la relevancia cultural son los elementos constitutivos de un paradigma de administración de la educación.
Esta evaluación releva como la tradicional administración tecno-burocrática de orientación positivista y funcionalista adoptada en el sector público y en la educación latinoamericana y su objetivo es alcanzar el orden y el proceso racional, la reproducción estructural y cultural, la cohesión social y la integración funcional en la escuela y en la sociedad; muestra también que la administración tecno-burocrática así concebida tiene componentes autoritarios por lo cual limita la libertad individual y la equidad social.
Su carácter normativo y jerárquico inhibe la creatividad y dificulta la participación ciudadana en la escuela, en la universidad y en las organizaciones sociales en general.
Por otra parte en una versión superadora de las teorías tradicionales de gestión educativa se desarrolla una construcción integradora de administración de la educación, preocupada por satisfacer las necesidades individuales y exigencias colectivas de la ciudadanía, en términos de utilización de los servicios educativos.
. Nuevos desafíos en la gestión educativa: democracia y calidad.
El último desafío el de la gestión democrática es para proporcionar una educación de calidad para todos, sin embargo en la época de la posguerra se observa una disminución en el crecimiento económico de todo el mundo, con una reducción relativa del gasto público, situación especialmente grave en los países pobres ya que la crisis se agrava ante la dificultad por realizar recortes en los servicios públicos de educación, salud, y previsión social de una población, ya fuertemente presionada por las medidas de ajuste económico y ante un comportamiento demográfico desfavorable.
Para administrar esta crisis se buscan soluciones basadas en las teorías administrativas de Taylor y Emerson (padres de la eficiencia económica) sin embargo no se dieron los resultados esperados debido a las crecientes restricciones del gasto público.
Posteriormente en los años 90 surge el enfoque llamado Gerencialismo con rostro humano, la idea era aplicar en el sector público los mismos conceptos y prácticas utilizadas en el sector privado (Modelo de calidad total); a partir de entonces se acentúa la producción académica para definir la naturaleza de la calidad de la gestión de la educación.
Cabe mencionar que es diferente la aplicación de la calidad total debido a la variedad de las funciones de las empresas y de los individuos (comerciales, de salud, de educación, etc.).
A pesar del énfasis que algunos teóricos dan a los aspectos humanos en el modelo de gestión de calidad total, en su aplicación práctica, existe un reducido espacio para la participación ciudadana y la equidad. ¿Dónde estaría, la faceta humana en un modelo de administración que en vez de valorar la participación ciudadana destaca el poder central del dirigente para inspeccionar y controlar el desempeño de los trabajadores, utilizando normas econocráticas y parámetros uniformes para medir la calidad de diferentes productos o servicios?. Esta pregunta es pertinente para la administración pública ya que en la administración de los servicios sociales (educación), la pertinente participación ciudadana, es el requisito para lograr altos niveles de calidad con equidad.
El primer requisito para poder abordar correctamente el tema de la calidad de la administración de la educación es rescatar la especificidad de la educación y la naturaleza peculiar de la calidad de la educación. A pesar de que la escuela y la universidad realizan funciones diferentes, el foco de su acción es la educación, definida como instancia de construcción y distribución del conocimiento socialmente válido y culturalmente relevante para la ciudadanía.
La calidad de la educación puede definirse a partir de diversas perspectivas conceptuales y es posible valorarla en términos políticos y académicos. La calidad académica define el nivel de eficiencia y eficacia de los métodos y tecnologías utilizadas.
Se considera que la calidad de educación para todos es, en realidad, el consenso político pedagógico de alcance internacional más importante adoptado por los gobiernos en las puertas del nuevo milenio y fue el compromiso asumido en la Conferencia Mundial de Educación para todos, desde entonces se observan nuevos esfuerzos nacionales en la educación latinoamericana.
El concepto de calidad de educación para todos implica desarrollar un ambiente cualitativo de trabajo en las organizaciones educativas, mediante la institucionalización de conceptos y prácticas, tanto técnicas como administrativas, capaces de promover la formación humana sostenible y la calidad de vida de estudiantes, profesores y funcionarios técnico-administrativos.
En este sentido, la calidad del personal de las escuelas y universidades ocupa un lugar central, ya que la calidad de la actividad educativa se encuentra necesariamente relacionada con la calidad de los trabajadores de la educación.
Además de la calidad de la gestión así concebida y ejercida depende, en gran parte de la capacidad institucional para construir y distribuir el conocimiento, definido como el factor clave de los nuevos niveles de desarrollo y de la nueva estructura de relaciones sociales, tanto a nivel nacional como internacional.
Concluyendo, la construcción y reconstrucción del conocimiento en la educación y la gestión educativa implican un gran esfuerzo. Ese esfuerzo asume enormes proporciones en los países de América latina, que necesitan multiplicar sus conocimientos científicos y tecnológicos para que puedan participar activamente y beneficiarse equitativamente en la transformación política y económica sin precedentes en el mundo moderno.
Por lo tanto existe un gran desafío rumbo al tercer milenio y dependerá de nuestra capacidad para enfrentarlo.

BIBLIOGRAFIA:
Sander B. Nuevas tendencias en la gestión educativa: Democracia y calidad.

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